Por qué no Windows

Windows y Office funcionan bien – ¿Por qué preocuparse?

Restricciones

Una copia legal de Windows es costosa, pero, ¿qué obtienes realmente? Ni Windows ni Office son verdaderamente vendidos, sino que lo que se vende es una licencia para usarlos.

Para usar estos productos, tenemos que aceptar varias restricciones muy fuertes. En la mayoría de las licencias de Windows, no puedes conservar el software cuando cambias de computador. A veces ni siquiera puedes regalar el software. Microsoft te impone quién puede usar el software, en qué ordenador y para qué propósitos; la lista de restricciones es larga y en ocasiones aberrante.

Sin código fuente

El código fuente (los detalles del funcionamiento de un programa) de Windows y Office están ocultos, y además nadie tiene permiso legal para averiguar cómo funcionan.

Si no tienes derecho a inspeccionar el código fuente (la descripción del funcionamiento de un programa), no puedes pedirle a un informático que modifique el software ni que evalúe cómo el software protege tu privacidad.

¿Y adivina qué? En el software cuyo código fuente está disponible, los programas maliciosos (como los virus) no logran su objetivo, es decir, aquí la seguridad no se compra por separado. La industria de los antivirus, en la cual Microsoft juega un papel crucial, prefiere que tú uses Windows.

¿Qué hay de la elección?

El software debería venir sin mecanismos para atar a los usuarios a los productos de una compañía.

¿Por qué los documentos de Office son tan difíciles de exportar? ¿Por qué sus formatos están constantemente cambiando? ¿Por qué ni siquiera puedes desinstalar algunos programas? Si buscas el control, los productos de Microsoft no son para ti.

Por una sociedad libre

Una sociedad libre requiere software libre. Piensa en «libre» como en libertad, no de precio: la libertad para inspeccionar, aprender y modificar el software que utilice.

Los ordenadores se usan para compartir ideas, cultura e información. Sin estas libertades sobre el software, estamos en riesgo de perder el control sobre lo que compartimos.

Esto ya está sucediendo hoy; desde tecnologías evidentemente fastidiosas como la Gestión de Digital de Restricciones (Digital Rights Management, DRM) hasta las completamente espantosas como la computación confiable, la habilidad de cualquiera para participar en la cultura se está viendo amenazada.

Si tienes que renunciar a tu libertad para usar un software, quizá entonces no estés contento con él.

Mucha gente piensa que Windows, un software por lo demás decente, les quita tantos derechos que no les merece la pena usarlo. macOS tampoco es mucho mejor.

Si encuentras atractivo el software libre, puede que quieras probar GNU/Linux.